En las últimas semanas, los mercados han mostrado una creciente ansiedad por conocer más detalles sobre un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras el Gobierno argentino se muestra confiado en que el respaldo financiero llegará antes de mitad de año.
El equipo económico mantiene un diálogo fluido con las máximas autoridades del FMI, y la excelente relación de la administración libertaria con el presidente Donald Trump augura que ese respaldo llegará. Durante la reciente visita del presidente Javier Milei a Estados Unidos, el gobierno buscó eliminar las últimas dudas que quedan entre algunos técnicos del Fondo, especialmente en relación con la política cambiaria.
En el FMI consideran que el atraso del dólar conspira contra la acumulación de reservas y no están convencidos de la estrategia de destinar cientos de millones a contener los dólares financieros. Sin embargo, el ministro de Economía, Luis Caputo, cree que esta herramienta permitirá salir en mejores condiciones del cepo cambiario cuando llegue el momento. Para Caputo, la brecha cambiaria debe mantenerse por debajo del 20%.
El gobierno exhibe el equilibrio fiscal como su as de espadas para cerrar la negociación y destaca que la economía argentina se contrajo menos de lo previsto en 2024, con una caída del 1,8%, según el INDEC. Milei celebró: «Habiendo hecho el ajuste fiscal más grande de la historia, y mientras todo hacía esperar que el PIB cayera 15%, el EMAE entre diciembre 2024 y 2023 creció 4,8%». Caputo añadió que, excluyendo lo ocurrido en la pandemia, la suba del 5,5% de la actividad en diciembre «es el número más alto desde 2010. Es decir, la economía creció 5,5% en 2024, en el cual el ajuste del gasto público fue del 27%».
El descenso de la actividad está por debajo de lo que preveían los mercados, lo que permite ser más optimista sobre la magnitud de la recuperación que se producirá este año. A mediados del año pasado, las consultoras calculaban que el PIB se contraería un 3,8% en 2024 en promedio. Además, la economía subió un 5,5% interanual en diciembre del año pasado y un 0,5% respecto de noviembre, dejando atrás la recesión.
El dato que entusiasma a los agentes económicos y al gobierno es que el Producto Bruto subirá por encima del 5% previsto inicialmente. La proyección más alta fue uno de los argumentos que el ministro Caputo expuso ante el FMI y el Tesoro de los Estados Unidos para justificar el optimismo argentino. Habrá mayor recaudación impositiva e ingreso de divisas, lo que permite estar aún más seguros de que se cumplirán los pagos de la deuda.
La economía tocó así el mismo nivel que tenía en agosto de 2023, el mes en el que se celebraron las PASO de cara a las elecciones presidenciales en las que se impondría Milei. El presidente está haciendo trascender entre referentes claves del mercado que la economía podría crecer hasta un 7% este año, lo cual, sumado a una inflación y dólar contenidos, sería el mejor escenario para afrontar las elecciones legislativas de octubre próximo.
El último dato oficial de actividad económica de diciembre fue mejor a lo esperado por el mercado y configuró una «foto» final de 2024 que dejó un arrastre positivo más elevado para 2025. En este contexto, algunas consultoras ya empezaron a recalcular al alza sus proyecciones de crecimiento del PIB, aunque advierten que hay riesgos internos o externos que podrían impactar en esas estimaciones.
La última proyección oficial sobre el crecimiento de la economía para este año fue del 5%, según el Palacio de Hacienda en el Presupuesto 2025, que no fue tratado en el Congreso. El FMI estima un número similar, pero el Gobierno ya da a entender que debería ser mayor, según declaraciones del presidente Milei y el ministro Caputo. No hay, sin embargo, una nueva proyección oficial, algo que podría quedar de manifiesto en el resultado de las conversaciones entre la Casa Rosada y el FMI, que requieren estimaciones económicas precisas para desarrollar las metas macroeconómicas del nuevo programa.
El dato final de 2024, conocido esta semana, al ser más alto de lo esperado por el mercado, implicará un mínimo de expansión del Producto más elevado. Para la consultora Equilibra, ese piso de crecimiento del último trimestre del año pasado es del 2,6%. Explicó que 2024 terminó con una caída del 1,8% en términos generales, pero mucho más alta (-4%) al excluir al agro, que tuvo una recuperación muy marcada en relación a 2023, año de fuerte sequía.
Para el economista Lorenzo Sigaut Gravina, el rebote podría ser mayor al 5% a partir de un arrastre más alto. La consultora EcoGo también elevó su previsión de mejora del PIB a 5,5% por el efecto estadístico que dejó ver el EMAE de diciembre.
En cuanto al acuerdo con el FMI, la duda que tienen los mercados es cuál será la magnitud del respaldo y en qué plazos llegaría. Hay consenso entre los operadores en que, por el momento, los fundamentos de la economía son sólidos, y que el ruido llega más del lado de la política, en medio de renovadas disputas entre el oficialismo y la oposición, ahora concentradas en la amenaza de intervención de la provincia de Buenos Aires lanzada por Milei en el marco de la crisis provocada por la inseguridad, y el rechazo del kirchnerismo, que parece haber acercado nuevamente a Axel Kicillof y Cristina Kirchner.