La gestión obrera de la Cerámica Neuquén enfrenta una grave crisis tras el corte de luz por deudas millonarias. Andrés Blanco denuncia la falta de diálogo y exige soluciones inmediatas.
La Cerámica Neuquén, gestionada por sus propios trabajadores, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Desde el 31 de enero, la fábrica permanece paralizada y sin suministro eléctrico debido a un corte ordenado por la cooperativa Calf, tras un atraso de tres meses en el pago de facturas que superan los 32 millones de pesos mensuales.
Ante esta situación, el diputado del PTS Frente de Izquierda, Andrés Blanco, presentó un proyecto en la Legislatura de Neuquén para declarar la preocupación por la situación de la Cooperativa Confluencia y exigir la reconexión inmediata de la energía eléctrica. Además, el proyecto solicita la apertura de una mesa de negociación entre los trabajadores, el directorio de Calf y el Gobierno provincial.
«El presidente de Calf, Marcelo Severini, se niega al diálogo y deja en la calle a más de 40 familias. No tiene voluntad política de reunirse con los trabajadores,» denunció Blanco durante la sesión. Según explicó, el corte de energía se produjo mientras los obreros negociaban un plan de trabajo con el Ejecutivo provincial y Calf, que permitiría reactivar la producción, pagar salarios y saldar la deuda acumulada.
Blanco también criticó los tarifazos que afectan a millones de familias, pequeños comerciantes y cooperativas en todo el país. «Las gestiones obreras jamás recibieron tarifas diferenciadas, como sí lo hacían los antiguos dueños. Es indignante que el gobierno subsidie a empresas petroleras en Vaca Muerta mientras ahoga a las fábricas gestionadas por trabajadores,» afirmó.
El proyecto será debatido en la Comisión de Legislación del Trabajo y Asuntos Laborales, mientras las familias de los trabajadores esperan una solución urgente para evitar el cierre definitivo de la fábrica, que produce ladrillos y cerámicos esenciales para la obra pública.