Con expectativas inflacionarias controladas, economistas anticipan un dólar oficial cercano a $1.200 para fines de 2025 y analizan los desafíos de la política cambiaria de Milei.
Artículo: El panorama económico argentino para 2025 está marcado por un hito clave: la salida del cepo cambiario que el gobierno de Javier Milei confirmó que se concretará como máximo el 1° de enero de 2026. El presidente dejó abierta la posibilidad de anticipar esta medida si se logran los desembolsos previstos en un acuerdo con el FMI.
En este contexto, economistas y entidades financieras han proyectado los posibles escenarios para el tipo de cambio. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA), se estima que el dólar oficial alcanzará los $1.201 en diciembre de 2025, lo que marcaría una variación interanual del 17,6%, por debajo de la inflación esperada de 23,2% para el mismo periodo.
El economista Miguel Kiguel considera que un dólar en torno a los $1.200, con una devaluación del 15%, no generaría una inflación significativa ni alteraría la estabilidad económica. En la misma línea, Martín Mazza, director de MM Investments, señaló que las expectativas de devaluación han disminuido, estabilizándose en torno al 1% mensual en el marco de un ritmo de “crawling peg”.
Por su parte, Bank of America (BofA) proyecta escenarios alternativos que dependen de las negociaciones con el FMI. Según su informe titulado «Weeks that feel like years», el dólar podría alcanzar los $1.400 si se concretan los desembolsos necesarios. Este escenario implicaría un aumento del 33% en el tipo de cambio oficial durante 2025, con una devaluación acumulada del 25% en un año.
En cuanto al ritmo de devaluación, Portfolio Personal Inversiones (PPI) indicó que las expectativas inflacionarias y cambiarias permanecen ancladas. Los ajustes mensuales estimados para el dólar son del 1,07% en marzo, 1,1% en abril y un descenso progresivo al 1% en julio.
Otro grupo de analistas coincide en que, aunque persisten desafíos macroeconómicos, la política cambiaria parece estar en línea con la meta de estabilidad planteada por el gobierno. Según los datos del REM, la primera mitad del año verá un incremento acumulado del 7,9% en el tipo de cambio, proyectando una relativa calma en los mercados.
Con un horizonte marcado por la posible eliminación del cepo cambiario, las decisiones del gobierno serán clave para balancear el impacto de una eventual devaluación con la estabilidad macroeconómica que el país necesita para despegar.