En un día lleno de emociones, el Gobernador Weretilneck resalta la importancia de la educación como pilar del futuro rionegrino. Más de 38.000 niños reciben alimentos en comedores escolares, garantizando igualdad de oportunidades.
El inicio del ciclo lectivo en Río Negro marcó un día cargado de emociones para miles de familias. Desde los más pequeños que comienzan su camino en el Jardín de Infantes, hasta los estudiantes que transitan su último año escolar, la jornada estuvo llena de entusiasmo y esperanza.
El Gobernador Alberto Weretilneck destacó la importancia de este momento: «Todos juntos, como una gran comunidad, construimos esta educación que es trascendental para el futuro de estos chicos y chicas rionegrinas. El Estado cumple su rol, los docentes enseñan y contienen, las familias acompañan y, sobre todo, los niños y niñas le dan vida a nuestras escuelas».
Uno de los principales logros de este año fue garantizar un inicio de clases sin contratiempos, brindando tranquilidad a miles de familias. «Detrás del entusiasmo de cada estudiante hay una familia que hoy puede organizar su día con certeza. La familia rionegrina está contenta, y queremos compartir esa alegría», agregó el Gobernador.
Además, Weretilneck subrayó el impacto de las políticas educativas en la región. Más de 38.000 niños y niñas reciben alimentos en los comedores escolares, mientras que 170.000 estudiantes acceden diariamente a desayuno y merienda, asegurando la energía necesaria para afrontar la jornada escolar. Asimismo, 16.000 alumnos utilizan el servicio de transporte escolar, garantizando igualdad de oportunidades para todos.
Este inicio de clases no solo representa un logro logístico, sino también un compromiso renovado con la educación como motor de desarrollo y equidad en Río Negro.